El puente de "los 20 ojos" es una obra romana, se construyó para pasar un cauce de agua de un lado del barranco al otro, recibe tal nombre en función del número de vanos de que se dotó y que, con su localización y estudio, se convierte en uno de los principales acueductos romanos que han llegado hasta nuestros días en la Península Ibérica, ya que además de sus importantes dimensiones con cerca de 10 metros de altura y casi 40 de anchura al nivel del cauce, es el primer acueducto que aparece en la Península Ibérica y probablemente en todo el Imperio Romano con cuatro vanos de altura como éste desarrolla en su eje central.